Hay objetos de uso cotidiano que solemos tener en casa y que no son contaminantes, pero sí que pueden ser perjudiciales para el medioambiente si no los reciclamos de forma correcta. En este artículo, vamos a contarte cómo deshacerte de algunos de ellos de una manera sostenible para no dañar el planeta.
El respeto al medioambiente cada vez está más presente en los hogares y en el día a día de todos. Se ha extendido socialmente, a la hora de reciclar la basura, la separación de residuos orgánicos, de cartón, vidrio o de plástico. Pero hay objetos que, o bien porque nos generan dudas o porque nos falta información sobre su reciclaje, acabamos tirando al contenedor incorrecto.
Por ejemplo, ¿sabes cómo se reciclan las pilas, las bombillas o las gafas? Sigue leyendo, te damos las claves para ayudarte a evitar el impacto medioambiental.
Por qué hay que reciclar las pilas
Las pilas, al igual que otros productos eléctricos similares (acumuladores, baterías…), contienen sustancias químicas tóxicas como el mercurio o el plomo, que son peligrosas para la salud y para el medioambiente si no se reciclan de forma adecuada. Se han hecho estudios que indican que una sola pila de mercurio podría contaminar hasta 600.000 litros de agua.
Las pilas, con frecuencia, se acumulan en los hogares o se tiran a la basura como si fueran un residuo orgánico, con lo que acaban en vertederos. Al no deshacernos correctamente de ellas, repercuten de manera directa en el medioambiente por la liberación de compuestos indeseados. Además, no se pueden recuperar los metales que contienen para volverlos a reutilizar.
Pero, ¿dónde se tiran las pilas? Para conseguir un reciclaje efectivo, debemos llevarlas a puntos autorizados de recogida como los puntos limpios. También podemos encontrar sitios con contenedores de recogida selectiva en diferentes centros como supermercados o colegios.
Cuando se recogen estos contenedores especiales y llegan a las instalaciones de reciclado, las pilas se clasifican y se separan según el tipo y su tecnología, si son de botón, pilas salinas, acumuladores, etc. Este paso es importante porque cada tipo de pila requiere un proceso de reciclado distinto.
Si realizamos una recogida selectiva, las pilas usadas se llevan a una planta de reciclaje donde el mercurio, por ejemplo, se separa de otros metales y el resto de materiales que constituyen las pilas usadas, de este modo pueden ser recuperados.
Dónde se reciclan las bombillas
Las bombillas son un residuo que también se encuentra en los hogares y que habitualmente no se tiran al contenedor correcto. Hay que tener en cuenta que no todas se pueden reciclar. Podemos reciclar bombillas fluorescentes, bombillas de descarga y LED. Las bombillas halógenas e incandescentes no se pueden reciclar y hay que depositarlas en los contenedores de desechos.
Cada tipo de bombilla que sí se recicla, se hace de forma diferente. Aunque la parte principal de la bombilla es de cristal, también tiene otros materiales que se deben separar, por lo que no se pueden tirar al contenedor verde y hay que llevarlas a un punto limpio.
En algunas tiendas de iluminación tienen contenedores especiales de recogida de bombillas que luego envían a puntos de reciclaje donde se separan los materiales que las forman. Recuerda que con pequeñas acciones como esta, vas a contribuir a mejorar el impacto medioambiental.
Los medicamentos también se reciclan
Todos acumulamos en casa envases vacíos o con restos de medicamentos caducados. Es muy importante su reciclaje, porque contienen sustancias que pueden ser peligrosas para la salud y el medio ambiente si no se desechan correctamente y son depositados en vertederos o similares.
Los envases que están en contacto con los medicamentos deben recibir tratamientos especiales. No pueden ir las cajas con el cartón, ni los blísteres al contenedor de plásticos amarillo ni reciclarlos de modo tradicional.
Por ello, todos los medicamentos independientemente del formato en el que vengan, deben reciclarse en los contenedores específicos de las farmacias llamados punto SIGRE.
Dales una segunda vida a tus gafas
Sabemos que las gafas son necesarias para todas aquellas personas que padecen alteraciones en la visión. Otras, se compran como complemento de moda y no son graduadas, pero sea el tipo de gafa que sea, es probable que en casa tengas acumulado algún par al que no le des ningún uso.
¿Sabías que las gafas se pueden reciclar? Y además: ¡se les puede dar una segunda vida!
Antes de arrojarlas al cubo de la basura, piensa que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 90% de discapacidades visuales se concentran en países con bajos ingresos y dónde su población no dispone de recursos necesarios para poder comprar unas gafas.
Las gafas que no te sirvan, puedes llevarlas a una óptica o a la tienda dónde las compraste. En este sentido, la mayoría de los puntos de venta disponen de sistemas de recogida para llevarlas a centros de reciclaje, donde las tratan y optimizan para donarlas a otras personas que no pueden compararlas.
Proyecto ECO BQDC: comprometidos con el medioambiente
Las clínicas que formamos parte de la asociación Best Qualty Dental Centers (BQDC), tenemos un compromiso con el medioambiente a nivel global. Colaboramos mediante el reciclaje diario con la gestión medioambiental en el día a día de nuestras clínicas para sumar positivamente a nuestro entorno y a la salud de nuestro planeta.
La conservación del medioambiente debe ser un reto a nivel global y requiere la participación completa de la sociedad para poder combatir el impacto medioambiental. Únete a nosotros en este compromiso con pequeñas acciones diarias.