¿Te has dado cuenta de que cada vez son menos los personajes que fuman en series y películas? No es difícil recordar iconos de Hollywood representando estatus, rebeldía, desafío o sensualidad por su forma de fumar. Desde Audrey Hepburn hasta John Travolta, pasando por innumerables repartos de series españolas familiares donde se fumaba de forma habitual en consultas médicas, institutos, hogares y despachos. Sin embargo, la industria cinematográfica se ha visto obligada a redirigir el rumbo.
La industria del tabaco se vio obligada hace años a retirar toda publicidad directa. Sin embargo, no ha dejado de adquirir nuevos y jóvenes adeptos. ¿Cómo consigue una industria tan regulada promocionalmente llegar a los adolescentes? Con publicidad indirecta.
Según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos en 2008 “el peso total de los datos obtenidos en estudios transversales, longitudinales y experimentales, unido a la elevada verosimilitud teórica desde la perspectiva de las influencias sociales, indica una relación causal entre la exposición a la representación del tabaquismo en las películas y comenzar a fumar en la adolescencia.” ¡Voilà! La industria del cine consiguió, poco a poco, entrar en nuestra percepción sobre la cotidianidad y conseguir que aceptemos como reales impresiones engañosamente positivas del tabaco.
Ilustración 1 https://ar.pinterest.com/AngelPhillips
Ilustración 2 FUENTE: https://www.lasfuriasmagazine.com/las-mejores-peliculas-de-penelope-cruz/
Si un protagonista de clase media, triunfador y rodeado de éxito fuma sin descanso, la realidad es que su cuerpo estaría muy deteriorado: sus dientes y encías habrían sufrido desgaste, tinciones o enfermedad periodontal, tosería con frecuencia y tendría una baja capacidad para los grandes esfuerzos físicos. El pelo y la piel no se verían tan radiantes y los besos, sí, los besos románticos, sabrían a puro tabaco. ¿Te habías parado a pensar esto antes?
En las clínicas dentales podemos ver en su absoluta crudeza los efectos reales del tabaco sobre la boca de los pacientes: encías inflamadas, enrojecidas, con manchas o retraídas, dientes amarillentos o con manchas marrones, halitosis crónica, pérdida de piezas dentales e incluso infecciones severas. Muy lejos de la realidad de las sonrisas que lucen las grandes estrellas, ¿verdad?
Ante la pregunta de, ¿por qué cada vez hay menos películas con personajes fumadores? Podemos decir que las grandes distribuidoras de arte cinematográfico, como por ejemplo Netflix, han tomado cartas en el asunto tras la oleada de críticas recibidas por su audiencia.
Aunque sí es cierto que desde principios de siglo la tendencia de aparición de tabaco era descendente, en los últimos años esto ha cambiado. Según un estudio de Truth Initiative, el uso del tabaco en series y películas aumentó sensiblemente, con apariciones de tabaco en series como Orange is The New Black o Stranger Things, donde se dan un total de 866 apariciones de tabaco del total de la plataforma: 1209.
Esto provocó una importante oleada de críticas desde la audiencia y Netflix se comprometió a establecer que las películas con calificación TV-14 y PG-13 o inferior no tendrán apariciones de tabaco en cualquiera de sus formas.
Tanto las distribuidoras como las productoras coinciden en el objetivo de querer llegar al máximo de audiencia posible y este tipo de regulaciones ponen sobre la mesa el valor económico de retirar el tabaco de las producciones para poder reproducirse libre de restricciones.
Como médicos y expertos en salud oral, esperamos que pronto el tabaco deje de ser un símbolo de poder, seducción y autoridad dentro del cine y se convierta en algo residual. Si los más jóvenes ven a personajes referentes triunfando sin tener que optar al consumo de productos perjudiciales para la salud es posible que, poco a poco, este hábito comience su camino hacia la desaparición total.