Sonrisas

El diente de los 30.000 dólares: una muela de John Lennon

En algún momento de nuestra vida, todos hemos sentido cierta adoración por algún personaje célebre; actores, deportistas o cantantes que se han convertido en referentes y a los que incluso hemos podido llegar a idolatrar. Seguro que, al leer esto, te ha venido a la mente algún nombre. Ahora pregúntate: ¿Cuánto estarías dispuesto a pagar por una pertenencia suya?

Desde hace años, internet se ha convertido en el mejor mercado para poder acceder a artículos de todo tipo. Y entre ese universo infinito de opciones, encontramos también posesiones de famosos que, a través de subastas, llegan a venderse por cifras astronómicas.

Por ponerte algunos ejemplos, en las últimas décadas se han vendido objetos tan dispares como el sombrero que Harrison Ford llevó en Indiana Jones y el templo maldito (subastado por 338.000 dólares); el sable láser que Hayden Christensen usó como Anakin Skywalker en La venganza de los Sith de la saga Star Wars (se subastó por 269.500 dólares) o la chaqueta de cuero que utilizó Michael Jackson en el videoclip de la canción Thriller, que alcanzó un precio de 1.8 millones de dólares.

Y ahí no acaba la cosa. Por extraño que pueda parecer, se han llegado a subastar pertenencias tan íntimas como un mechón de pelo de Justin Bieber, una uña de Lady Gaga, radiografías de Marilyn Monroe o, incluso, un diente de John Lennon.

El dentista que compró un diente de John Lennon por 30.000 dólares

En el año 2011, el dentista canadiense Michael Zuk pagó más de 30.000 dólares por un molar del cantante John Lennon, extraído más de cuatro décadas antes debido a su mal estado. El odontólogo estaba encantado tras cerrar el trato. "La mayoría de la gente dirá que estoy loco, pero creo que es fantástico", aseguró.

El diente, que alcanzó con creces la cifra que se planteó al inicio de la subasta (unos 11.000 dólares), venía con una declaración jurada firmada por la antigua ama de llaves del músico, Dorothy Jarlett, a quien él mismo dio el diente cuando trabajó para el ex-Beatle entre 1964 y 1968.

"John Lennon llegó del dentista y se lo dio a su ama de llaves. Le dijo que lo tirara o mejor, que se lo diera a su hija como recuerdo. Es un diente horrible, amarillento, marrón y con un hueco", declaró el dueño de la casa de subastas encargada de la venta.

El dentista que compró un diente de John Lennon por 30.000 dólares

Jarlett ya había vendido anteriormente otros objetos relacionados con el cantante, incluida una chaqueta que vistió en la portada del disco de los Beatles 'Rubber Soul', de 1965.

Tras la compra, Zuk decidió llevar de gira la muela de Lennon por las clínicas dentales de todo el mundo. El diente, que el dentista canadiense tenía expuesto en su clínica, ha llegado a participar en varios proyectos de caridad con el fin de recaudar fondos para combatir el cáncer.

El objetivo final: clonar a John Lennon

El objetivo final: clonar a John Lennon

Al hacerse pública la noticia, muchos pensaron que Zuk había querido conservar la estropeada pieza por simple fetichismo. Pero lo cierto es que sus intenciones eran muy diferentes.

Según unas declaraciones hechas al poco tiempo de adquirir la pieza dental, el dentista confiaba en poder clonar a Lennon a partir de la extracción del ADN de la preciada reliquia y, por lo tanto, conseguir que volviese a la vida. "Muchos fans de los Beatles recuerdan dónde estaban cuando supieron que John Lennon había sido asesinado. Espero que también vivan para ver el día en que se le dio otra oportunidad", dijo Zuk, que confiaba en que su hazaña era posible; “Si los científicos creen que pueden clonar mamuts, entonces John Lennon podría ser el próximo.”

El diente fue enviado a un laboratorio estadounidense desconocido, en el que, según el propio Zuck, los científicos "estudiaban la manera de extraer su código genético". Acerca de las posibles restricciones legales, el doctor declaró que "depende de donde quieras hacer estas cosas". "Si no puede hacerse en un país, podrás hacerlo en otro".

A día de hoy, desconocemos en qué punto se encuentra el experimento. Lo que sí que nos queda claro es que hay fans que pueden llegar hasta límites insospechados por sus ídolos.