Sonrisas

La apnea del sueño: cuando dormir no es descansar

El sueño es un proceso activo y cíclico en el que el organismo descansa, repara tejidos y consolida la memoria, entre otras funciones. Durante las fases de sueño profundo y REM, el cerebro regula la liberación de hormonas clave como la melatonina, la hormona del crecimiento y el cortisol, fundamentales para el equilibrio físico y emocional. Dormir bien es esencial para mantenernos sanos, activos y con energía.

Sin embargo, muchas personas sufren trastornos que interrumpen su descanso sin ser conscientes de ello, como ocurre con la apnea del sueño.

¿Qué es el síndrome de apnea-hipopnea del sueño?

El Síndrome de Apnea-Hipopnea del Sueño (SAHS) es una alteración respiratoria que provoca repetidamente pausas en la respiración durante la noche. Las vías respiratorias superiores pueden colapsar de forma parcial (hipopnea) o total (apnea). El cuerpo reacciona con microdespertares para recuperar la normalidad en la vía aérea. Aunque el paciente no los recuerde, fragmentan el sueño e interrumpen los ciclos biológicos necesarios.

Además de esta fragmentación del sueño, el SAHS provoca hipoxia en los tejidos debido a las desaturaciones de oxígeno que acompañan a cada episodio de falta de flujo aéreo.

¿Qué nos ocurre si sufrimos apnea del sueño?

Quienes la padecen suelen despertarse con la sensación de no haber descansado y arrastran somnolencia a lo largo del día. A medio y largo plazo, este trastorno puede favorecer la aparición de hipertensión, enfermedades cardiovasculares o diabetes. También deteriora la memoria, la concentración y el estado de ánimo, afectando de forma directa a la calidad de vida.

En los niños, la repercusión es aún más importante, ya que no solo afecta a su salud, sino también a su desarrollo y crecimiento.

El papel del dentista en el tratamiento

Aunque pueda sorprender, los dentistas desempeñamos un papel clave en la detección y el tratamiento de la apnea del sueño. A menudo somos los primeros en identificar signos como el desgaste dental por bruxismo, la sequedad bucal o los comentarios de los pacientes sobre ronquidos.

En los niños, la respiración oral asociada a la apnea altera el crecimiento normal de los maxilares. Por ello, los ortodoncistas debemos diagnosticarlo precozmente e intervenir con tratamientos como pistas de resina (superficies añadidas a algunos dientes que ayudan a guiar la mordida y a favorecer la respiración), ejercicios y ortopedia dentofacial.

En adultos, el tratamiento incluye con frecuencia el uso de dispositivos intraorales diseñados para mantener permeable la vía aérea. Estos deben adaptarse a las necesidades de cada paciente y su eficacia se controla mediante poligrafías respiratorias realizadas en el domicilio. Son soluciones cómodas, discretas y personalizadas.

El papel del dentista en el tratamiento

Un abordaje multidisciplinar

La apnea del sueño requiere un enfoque integral en el que colaboran neumólogos, otorrinos, neurofisiólogos, cardiólogos y dentistas. El diagnóstico se basa en estudios del sueño, y el tratamiento se ajusta a la gravedad de cada caso. En las formas leves o moderadas, los dispositivos dentales resultan muy eficaces y bien aceptados por los pacientes.

Dormir bien es salud

Detectar y tratar la apnea del sueño no solo mejora la calidad del descanso, sino también la salud general y el bienestar. Como dentistas en BQDC, estamos comprometidos con una odontología que va más allá de la boca: cuidamos la salud integral de las personas con un enfoque holístico.

Si notas cansancio al despertar, somnolencia durante el día o te han comentado que roncas, no lo ignores. Dormir bien es vivir mejor.

Dormir bien es salud