El ciclo menstrual no perdura durante toda nuestra vida. Las mujeres, cuando llegan a una edad determinada, dejan de producir óvulos de manera natural. Esto acaba desencadenando la menopausia: el fin del ciclo menstrual y de su etapa de fertilidad.
La menopausia causa una serie de cambios hormonales que afectan directamente a la salud bucodental. Los estrógenos y la progesterona, dos hormonas que se producen durante el ciclo, descienden su producción de manera progresiva, afectando a la hidratación de los tejidos y a la masa ósea. Por ello, la producción de mucosa en las encías, la cantidad de saliva que se genera y los huesos maxilares y mandibulares pueden verse directamente perjudicados.
La gingivitis es una enfermedad que afecta directamente a las encías. Se manifiesta a través de la hinchazón, el enrojecimiento y el sangrado de las mismas y, si no se cura a tiempo, puede desencadenar una infección más grave: la periodontitis.
La gingivitis descamativa se caracteriza por unos síntomas claramente visibles. Pueden aparecer manchas grises en la mucosa periodontal y el dolor y el sangrado son notables. Además, las encías se retraen dejando visible la raíz de los dientes, haciéndolos más propensos a la sensibilidad y a la aparición de caries y empeorando la estética de la sonrisa.
El descenso de estrógenos afecta al humedecimiento de los tejidos y, por tanto, a la sequedad bucal. Esta falta de hidratación hace que se necesite beber agua de forma más regular o líquidos que eliminen esa sensación desagradable en la boca.
Al verse alterada la producción de saliva, la cavidad oral queda más expuesta a bacterias y gérmenes debido a que la saliva cumple una función protectora en los dientes, las encías y la lengua. Si la cantidad generada se rebaja, favorece por tanto a la aparición de afecciones como las caries.
Otra consecuencia de esta sequedad bucal es que aumenta la probabilidad de sufrir halitosis. Es decir, mal aliento. La saliva también actúa como limpiadora bucal, por lo que, si no se produce la cantidad suficiente, esa limpieza no será óptima y causará el mal olor.
El síndrome de la boca ardiente es uno de los problemas más comunes causados por la menopausia y también viene derivado de la sequedad bucal y de la baja producción de saliva.
Cuando aparece este síndrome, se siente un fuerte ardor en la boca, una sensación de escozor, quemazón o adormecimiento principalmente en la lengua que puede extenderse por otras zonas bucales.
La mucosa se puede ver directamente afectada por los cambios de hormonas. Si no se previene, puede debilitarse y hacerse más frágil.
Para evitar esto, es importante llevar una higiene bucodental adecuada y acudir periódicamente a un profesional a que estudie el estado de las encías y pueda denotar pronto cualquier cambio en la densidad de las mucosas.
Como se adelantaba antes, la baja producción de saliva, la sequedad y una gingivitis acelerada puede acarrear la aparición de caries. Es importante ponerles cura lo antes posible para que no alcancen el nervio y se tenga que actuar con una endodoncia.
Existe una relación entre la menopausia y la enfermedad de la osteoporosis. Esta afección daña principalmente a los huesos, haciendo que su reabsorción sea más acelerada que la regeneración del tejido. Afecta a todo el cuerpo y, por tanto, también lo hace con los huesos maxilares y mandibulares.
Una reabsorción de la masa ósea maxilar y mandibular puede generar múltiples problemas de salud en la boca. Los dientes se ven directamente perjudicados, ya que se daña su soporte y pueden llegar a caerse.
Los cambios hormonales que causa la menopausia son inevitables, pero las consecuencias que dejan a nivel corporal pueden ser más llevaderas si aplicamos una serie de recomendaciones:
Esta lista de recomendaciones no pone solución a los problemas que puede causar la menopausia, pero sí ayudan a paliar el malestar que producen y a evitar que se conviertan en afecciones más graves. Aunque no se esté en edad menopáusica, seguir estos consejos ayudará a que sus efectos sean más leves. Una dieta equilibrada, evitar malos hábitos y visitar periódicamente un dentista siempre es positivo para la salud.