Tenemos la rutina más que clara cuando vamos a cepillarnos los dientes: cepillarnos las caras externas de los dientes, las caras internas, pasar a limpiar los molares, incidir en las encías y terminar con la lengua. Pero, ¿sabías que ese proceso no está eliminando por completo las bacterias bucales?
¡No te preocupes! Existen numerosos utensilios de higiene dental que te ayudarán a mantener una higiene bucal excelente. Agrégalos a tu rutina diaria para obtener una salud oral impecable. ¡Te hablamos de ellos a continuación!
Los irrigadores dentales son una apuesta segura para mejorar tu higiene bucodental. Se trata de un utensilio que expulsa un fino chorro de agua a presión a través de una boquilla. De esta manera, limpia todas las zonas de la boca, hasta las más estrechas.
Es muy fácil usarlo. Únicamente tienes que llenar el depósito de agua y seleccionar el tipo de presión. Después, introduce tu irrigador en la boca y pásalo por todos los rincones, incidiendo en cada una de las piezas dentales.
Para escoger el irrigador que más se adapte a tu estilo de vida tienes que pensar en el uso que le vas a dar: si viajas mucho, si únicamente la usarás en casa, si llevas brackets, etc.
El limpiador lingual es una herramienta muy sencilla y económica que elimina todas las bacterias de la lengua. Gracias a su diseño podemos llegar a las partes más lejanas de este músculo.
En los limpiadores linguales podemos distinguir dos caras de uso distinto:
Es una situación bastante común que provoque náuseas durante las primeras veces, ¡pero no te preocupes! Poco a poco te irás acostumbrando a su uso y cada vez podrás alcanzar zonas más lejanas y, así, mejorarás tu rutina de higiene dental.
Son también conocidos como cepillos interdentales y están diseñados para limpiar las zonas más pequeñas e inaccesibles de tu boca. Son la opción idónea para limpiar el espacio entre tus dientes.
Recuerda que, al utilizarlo, no debes ejercer mucha fricción ni presión, ya que podrías irritar la zona de la encía. Tampoco fuerces su entrada a huecos en los que no quepa con facilidad, ya que esto únicamente nos hará darnos cuenta de que necesitamos uno más pequeño.
Este utensilio puede ser quizás más conocido que otros, pero, ¿sabías que lo puedes encontrar en diferentes tamaños y formatos según tus necesidades? A la hora de elegir tu cepillo interproximal es fundamental que te fijes en el grosor que marca su embalaje, ya que este será el que te indique cuál es el tamaño adecuado para limpiar entre tus dientes según el espacio disponible entre tus piezas dentales.
Además, existen cepillos interproximales especiales para pacientes que tienen implantes dentales y aparatos de ortodoncia.
Sabemos que es probable que te suene la seda dental, pero, ¿sabías que existe su versión eléctrica? El hilo dental tradicional está formado por unas finas fibras de nylon. Este hilo o seda se pasa entre los huecos de los dientes con el objetivo de eliminar cualquier resto de alimentos.
Para pacientes que tengan ortodoncia con brackets o que lleven retenedores fijos tras su tratamiento de ortodoncia, realizar la limpieza con hilo dental puede resultar algo complicado. La seda dental eléctrica es un instrumento similar a un cepillo de dientes, con un cabezal alargado y muy fino de silicona, que permite introducirlo entre el hueco de los dientes con el objetivo de eliminar por completo cualquier suciedad que no ha sido limpiada con el cepillo de dientes.
Es otro accesorio que también tenemos muy en mente, pero, ¿sabías que existen varios tipos según tus necesidades?
Consulta siempre con tu dentista para saber cuál es el que más se adapta a ti. ¿Qué te han parecido estos accesorios? ¿Utilizabas alguno de ellos? ¡Ahora ya no hay excusa para no cuidarse! Recuerda que la calidad de la higiene en casa es igual de importante que acudir al dentista varias veces al año para comprobar que tu boca se encuentra en perfecto estado.