Sonrisas

¿Por qué las clínicas dentales son espacios seguros frente a virus desde hace décadas?

Una de las consecuencias de la irrupción de la enfermedad COVID-19 fue el incremento de la sensación de inseguridad a nivel global. Tanto en el ámbito laboral como en el personal, la incertidumbre entró a formar parte de nuestras vidas y el miedo al contagio pasó a ser una de las grandes preocupaciones de millones de personas.

Este miedo se tradujo en que un significativo porcentaje de la población dejó de realizar actividades fuera de casa que ciertamente entrañaban un riesgo ínfimo para la salud. Una de ellas fueron las visitas a la clínica dental.

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La protección frente al contagio: el día a día de las clínicas desde hace años

Clinicas Dentales seguras

Es evidente que la cercanía del dentista o la higienista al paciente que está tratando, así como los instrumentos rotatorios que se utilizan para llevar a cabo los distintos procedimientos, podrían hacer pensar que las clínicas dentales revisten un riesgo de contacto mayor que otras especialidades médicas. Nada más lejos de la realidad.

Históricamente, pero especialmente desde la aparición del VIH y como protección también ante otros virus como el de la hepatitis o el sarampión, los profesionales implicados en el cuidado de la boca (médicos estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, odontólogos e higienistas) llevan décadas siendo escrupulosamente cuidadosos con las medidas de asepsia. En las clínicas dentales el instrumental es esterilizado y embolsado, se usan mascarillas y guantes para cualquier tratamiento rutinario y se prepara un campo estéril para los procedimientos quirúrgicos, lo que reduce el riesgo de propagación de cualquier virus.

Los odontólogos, los profesionales con mejor índice de contagio

Según datos compartidos por el Consejo General de Dentistas Alemanes basados en la información disponible de Wuhan, durante los meses de diciembre y enero, antes de conocerse que el coronavirus estaba presente, se trataron 120.000 pacientes dentales con las medidas simples que se utilizan normalmente en las clínicas dentales: mascarillas, guantes, instrumental rotatorio… De los 1098 profesionales que se encontraban en activo, tan solo se infectaron 9 de ellos: 3 en su casa y 6 en sus puestos de trabajo.

Estos datos contrastan sin duda con los miles de profesionales médicos de otras especialidades que se contagiaron en ese mismo periodo de tiempo. Ese bajo porcentaje de contagios en el área dental se atribuye a las clásicas medidas de protección que utilizan los dentistas desde hace décadas.

Visita a tu dentista con tranquilidad

Las clínicas dentales en España siempre han estado sujetas a regulaciones estrictas de higiene, lo que contribuye a un altísimo nivel de protección, independientemente de la situación en la que nos encontremos. Si bien es cierto que a raíz de la aparición de la COVID-19 las medidas se han reforzado para evitar al máximo la propagación del virus, las consultas llevan siendo espacios seguros desde hace muchísimos años, y así lo seguirán siendo. Visita a tu dentista con tranquilidad. El mayor peligro es no hacerlo y poner en riesgo tu salud bucodental.

Fuente del artículo: Dr. José Manuel Navarro.