¿No es mucha casualidad que todos los villanos del cine clásico se caractericen, además de por su maldad, por el mal estado de sus dientes? Muy separados, extremadamente largos, afilados… los hay muy variados, hasta de distintos colores.
Por suerte, parece que hoy en día los “malos” de la película han empezado a ir al dentista… manteniendo su esencia. Pero, ¿por qué no lo hacían antes?
Si bien es cierto que el primer dentista data de la época del Antiguo Egipto, los villanos del cine clásico no se han caracterizado por seguir un cuidado de su cavidad bucodental de forma rigurosa, consiguiendo de esta forma adoptar un aspecto maligno, violento y terrorífico que ha causado tensión en sus espectadores durante décadas.
De los personajes más icónicos que recordaremos todos por su dentadura, destacan los pertenecientes al mundo de los vampiros, siendo uno de sus máximos exponentes Nosferatu (Nosferatu, Friedrich Wilhelm Murnau, 1922).
De este oscuro personaje se pueden diagnosticar diferentes trastornos que, de ser corregidos, hubieran supuesto una mejora en la estética de su sonrisa:
El ámbito de la estética dental también tiene su hueco en el cine clásico. Con el objetivo de aumentar el terror que provocan las brujas, brujos y personajes como la niña de El exorcista (El exorcista, William Friedkin, 1973), el estado de sus dientes debía de ser, de la misma forma, terrorífico: un color que no invite a pensar en que están sanos, dientes demasiado puntiagudos, etc.
Sin embargo, también existen tratamientos para este tipo de deficiencias:
Para la mafia, es muy importante transmitir respeto a través del físico, exponiendo al resto sus cicatrices, tatuajes, moratones e incluso la falta de dientes, dando a entender su experiencia protagonizando altercados.
No obstante, hay quienes obtienen el respeto por su estatus de “leyenda”, como en el caso del capo de la mafia más famoso del cine: Don Vito Corleone (El Padrino, Francis Ford Coppola, 1972).
Hay poco que decir sobre sus dientes, aunque seguro que con una visita a una clínica dental se aseguraría de que está en perfectas condiciones. Sin embargo, lo que más llama la atención de su aspecto es la forma de su mandíbula, un ejemplo de cómo las prótesis dentales son de gran utilidad en el mundo del cine. Para conseguir que el maxilar inferior de Don Corleone tuviera esa forma, Marlon Brando utilizó una prótesis fabricada por Dick Smith.
No obstante, son muchos los mafiosos que han pasado por la gran pantalla y la mayoría de ellos han presentado características bucodentales comunes como:
En las películas más modernas, ya no es tan habitual asociar el estado de los dientes con el rol de un personaje determinado, aunque eso no significa que los villanos hayan perdido la capacidad de sembrar terror y tensión en sus escenas.
Si no quieres tener un aspecto de villano de película, con todas las consecuencias que supone en lo que a salud y estética se refiere, no olvides visitar como mínimo una vez al año a tu dentista de confianza. Tú también puedes tener una sonrisa de cine.